¿Siempre has querido tener una sala de cine en casa? ¿Te gustaría planteártelo ahora? La sala de cine puede estar tanto en el salón como en una habitación destinada a este fin (suele colocarse en el sótano). Se trata de un lugar donde la iluminación juega un papel muy importante para centrar la atención en la pantalla y no en las luces que se puedan ver. Así que… ¿nos ponemos manos a la obra?
¡Que se deshaga la luz!
Seguro que estás pensando que, en una sala de cine en casa, lo que menos vas a necesitar es luz. Y es así; al igual que ocurre con los cines, las luces se apagan cuando la película empieza y no se encienden hasta que acaba. Ahora bien, ¿de verdad no hay luces?
Luces de ambiente
En este caso, aparte de la luz general que será la utilizada por una lámpara de techo, habrá que pensar en luces de ambiente, por ejemplo unos focos de intensidad baja-media en el suelo, para que siempre haya un mínimo de luz en el lugar y se pueda saber por dónde están las puertas, al menos si tienes que salir de allí.
Sabemos que te conocerás bastante bien la casa pero, debido a las sombras que puede generar la película, las caídas, golpes con objetos, etc. estarán a la orden del día y no te costaría mucho crear un pequeño camino seguro hacia los lugares donde necesites ir.
Fuera luz natural
La luz natural no es buena idea porque una película, para envolverte en la imagen y el sonido, necesita de oscuridad, tampoco mucha, porque los ojos se pueden resentir. Así que en este caso es mejor ocultar la luz natural para que no produzca sombras ni deslumbramiento innecesario (de ahí que muchas de las salas de cine en casa se hagan en sótanos, cocheras, etc.).